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Bad dog, I condemn you to Hell!

| Thursday, April 19, 2007
Hace como 1 semana y media mataron a un reportero de Televisa en Acapulco. Después del incidente, como siempre, salió en las noticias como los diputados y senadores condenaron el hecho. Nunca he entendido eso, ¿cuál es la razón de ello? ¿Es por qué su silencio se interpretaria implícitamente como apoyo al asesino? ¿Qué ganan con ello? ¿Por qué carajos es eso noticia? Las preguntas no son retóricas, pienso contestarlas.

Por lo general tanto los diputados como los senadores se la pasan mirándose la basurita del ombligo, los pocos días que trabajan solo levantan la mano, redactan leyes a la carrera o aceptan presupuestos en el último día que tienen para hacerlo. Últimamente se ha puesto de moda que tomen la tribuna para que no continúe la sesión. Caray, y a todo esto hay que sumarle los días que pierden redactando un escrito chafa y previsible para condenar un acto. Al final, la razón es simplemente para perder un día hábil y que los entrevisten para salir en la tele.

Con su condena no ganan absolutamente nada, por decir que fue un acto cobarde, que daña la libertad de expresión y luego exigir a las autoridades que tomen cartas en el asunto los asesinos no van a reflexionar o a temerle a las represalias de las autoridades. Lo único que se logra es que se quiera una respuesta rápida y atrapan al primero que se encuentran. Ganan lo mismo que ganaba Mafalda cuando llamaba a los países a la paz mundial subida en una silla.



Su condena realmente sería noticia si no la hubiera, si apoyaran la causa del asesino, si fueran partidarios de la lucha continua para coartar la libertad de expresión. Vamos, que sería como decir que es noticia que el Papa diga que está en contra del aborto. Ah, carajo, ¿eso también es noticia? Entonces que pongan a un tipo a que diga puras cosas obvias en el noticiero.

Loud noises!

| Wednesday, April 18, 2007
Cuentan las crónicas de Herodoto que, 500 años antes de Cristo, el rey Xerxes I del Imperio Persa mandó heraldos a todas las ciudades de Grecia pidiéndoles tributo de tierra y agua y su rendición. Esparta no sólo rechazó rendirse, sino que mató a los heraldos tirándolos a un pozo donde encontrarían su tributo. Enojado, Xerxes I mandó a un descomunal ejército para terminar de un solo golpe lo que su padre había empezado. 300 espartanos dirigidos por su rey Leónidas les hicieron frente en el paso de las Termópilas en uno de los "last stand" más imponentes e importantes de la historia. Los 300 no sólo detuvieron a las fuerzas persas lo suficiente para que Atenas fuera evacuada y su flota naval preparada para la batalla decisiva en Salamis, sino que les ocasionaron enormes bajas. Los 300 aguantaron hasta el final y solo fueron vencidos por la traición.

Es una historia impresionante, 300 hombres aguantaron hasta su último aliento para luchar junto a su líder por aquello en que creían. No hay nada que agregar, no hay nada que quitar. Pero Frank Miller no lo creyó así. La película de 300 se ve impresionante, sin embargo carece de todo lo demás. No se muestran los motivos de Xerxes I, ni la situación de Grecia durante esa época, no sabemos casi nada de los 300, se le añaden personajes grotescos y deformes que no aportan nada a la historia, que incluso la denigran. A los actores parece que les dijeron que entre más griten actuan mejor.

No, no había leído 300 antes de ver la película, pero ahora no tengo ganas de hacerlo. Los 300 se merecían algo mejor.