Is this on? Hello, testing, 1... 2... 3...

El niño "yo no fui"

| Wednesday, August 05, 2009

Antes de ir a ver el bodrio que terminó siendo Terminator: SalvationWaltz with Bashir (de hecho ese fin de semana ví otras películas de las cuales comentaré después: Dark City y Big Man Japan), un documental militar animado israelí (sí, un género muy estrecho) sobre la guerra de Líbano del '82.

La película empieza cuando Ari Folman (quien es el director, escritor y "estrella" de la película) recibe la visita de un ex-compañero de la milicia. Éste le cuenta sobre los sueños que ha tenido de la guerra de Líbano, una guerra que Folman no recuerda realmente, sin embargo, cuando habla con su amigo empieza a recordar lentamente. El resto de la película nos muestra a Folman buscando a sus ex-compañeros intentando reordenar sus recuerdos. Cada uno tiene, convenientemente, una parte distinta del rompecabezas y nos van mostrando el conflicto a través de los ojos de la milicia israelí.

El punto clave de la película es la masacre de Sabra y Shatila, Folman tiene una visión sobre ella pero no sabe qué significa y espera que los recuerdos de los demás le ayuden. Poco a poco se van descubriendo más y más cosas sobre ese día y es ese punto donde la película es más controversial. Por un lado, algunos comparan lo que hicieron con los Nazis del Holocausto; por el otro, casi todos concuerdan en que los que ejecutaron la matanza fueron los falangistas libaneses y si de algo pecaron los israelitas fue de omisión.

Esta visión logra que ninguno de los dos involucrados esté conforme: los israelitas creen exageradas las comparaciones nazis, mientras los palestinos y libaneses creen que la película solo es propaganda para lavarse las manos. Curiosamente esto logra que sea atractiva para todos los demás, así que tiene mucho sentido comercial. Claro, tan comercial como un documental militar animado en hebreo pueda tener.

La película es muy recomendable, tanto por la temática que es raramente explorada como el estilo de animación que le da un toque único. Lo que no es recomendable es continuarla con Terminator: Salvation.

Sweded

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Por azares del destino en las últimas dos semanas ví dos películas suecas (creo que antes de eso mi única referencia al cine sueco era El Séptimo Sello): Ondskan y Déjame Entrar.

En Ondskan nos narran la historia de un chavo que lo corren de la escuela en la que está por problemas disciplinarios tan graves que prácticamente lo banean de toda escuela en Suecia. Su madre lo consigue meter a una escuela fashion con muchos esfuerzos y de ahí la premisa está puesta. Los pirruris de la escuela le buscan pleito, él no les puede contestar porque no quiere que lo corran y la película se vuelve una mezcla de La Venganza de los Nerds, Perfume de Mujer y Naranja Mecánica (por eso de la ultraviolencia). Lo curioso del asunto es que los maestros toleran los abusos de los alumnos más grandes con la excusa de la autodisciplina, pero que realmente es cubrirse el trasero ante posibles represalias de los padres y lo aún peor del asunto es que está basada en una historia real (bueno, una autobiografía, si yo escribiera mi autobiografía también me retrataría con la habilidad de pelea de Steven Seagal). El final está muy telegrafiado, pero es muy gratificante.
Total, la película es interesante y recomendable, aunque no tanto como la segunda.

Déjame Entrar
es, básicamente, la mejor película de vampiros en la historia de la humanidad. Trata de un niño (Oskar) al que se la pasan molestando en la escuela (aunque a diferencia de Erik en Ondskan, Oskar solo tiene fantasías de venganza pero no habilidad para hacerlo) y que una noche se encuentra con su nueva vecina (Eli) y entabla una amistad con ella. Sin embargo, Eli no es una persona cualquiera, es un vampiro y quien la cuida (Hakan) le proporciona la sangre que necesita para sustentarse matando a quien se le presente la oportunidad (nada de esas mariconadas de alimentarse de animales). El resto de la película se basa en las relaciones de Hakan, Eli y Oskar. Hakan en particular me parece un personaje muy interesante porque
su motivación para cuidar a Eli, protegerla y alimentarla es porque es un pedófilo. La clave de la película sucede en una escena muy rápida donde se muestra que Eli no es una niña sino un niño castrado. Por tanto, Eli es el perfecto espécimen para un pedófilo: un eunuco eterno. Es complicado hacer una película donde se pueda sentir empatía por un pedófilo, pero el sacrificio que hace Hakan al desfigurarse para proteger a Eli nos dice que se preocupa por ella. Ayuda bastante que la relación se deja bastante ambigua en la película, aunque la wiki nos dice que en la novela no es así. El final de la película es bastante amargo por esto mismo, si bien Oskar y Eli terminan juntos en el tren, la vida de Oskar probablemente termine como la de Hakan. Eli no le va a drenar la sangre, pero sí su vida, su alma y su brújula moral.

Al final, Suecia demuestra con estas dos películas que se puede hacer buen cine sin tanto presupuesto (según la wiki, alrededor de 4 millones de dólares por película, particularmente impresionante en Déjame Entrar donde los efectos son muy bien logrados) y sin tanta población (hay 9 millones de personas en todo el país). Quizás sea el clima que los hace más melancólicos, quizás sea su historia, no sé pero si nos pidieran un dólar a cada mexicano para hacer una película lo mitad de buena que cualquiera de estas dos, sería una mejor inversión que los millones que tiramos en burocracias y "planes" para combatir al narco... claro, a menos que se lo den a Gerardo Tort y terminemos con otro De la Calle.

Nota:
este post lo empecé como en Agosto del 2009, así que eso de "dos semanas" ya son varios meses.

Terminator: Please God make it stop

| Monday, August 03, 2009
Este fin de semana ví la nueva iteración de la saga de Terminator y por Dios sí que es mala. Como siempre les advierto que hay spoilers, empecemos.
T:S comienza en el futuro, pero dado que Terminator tiene como punto argumental el viaje en el tiempo esta parte realmente va antes de todas las demás películas. Esto representa un gran problema ya que para que la primer película suceda no puede pasar nada en ésta y no lo hace.
Nos presentan a un nuevo Terminator (Marcus), pero este es especial, era humano y cree todavía ser humano. Además tiene partes humanas, en particular su corazón (esto es importante).

Por casualidad hollywoodense se encuentra con el que será el padre de John Connor (Kyle Reese) y luego con el propio Connor. En este viaje muestra su rango actoral gritándole a todo el, la y lo que se pone a su paso. Para no ser menos, Bale decide que la mejor manera de representar al líder moral de la resistencia humana es hablando como si se hubiera tragado una caja de tachuelas. Total, que pasan un montón de cosas irrelevantes antes de llegar a la batalla final en la fábrica de explosiones, digo Skynet.

Y es que todo explota con gran facilidad en esta película, en particular hay una escena donde Connor y Barnes (el token negro de la resistencia) llegan cerca de la base de Skynet para probar una nueva arma, Barnes dice que es lo "más cerca que han estado de la cerca de la base de Skynet" y para probar un arma quieren atraer a una máquina con una explosión, acto seguido Connor aprieta un botón y algo explota cien metros más cerca de Skynet de donde estaban! No es la única escena en que pasa algo así, Connor siempre tiene un detonador y tiene la capacidad de hacer explotar lo que sea cuando sea siempre que al director le parezca necesario (supongo que fue a clases con Michael Bay).

Por cierto, la Resistencia tiene de todo a su disposición: artillería, aviones caza, bombarderos y hasta submarinos, pero cuando Connor necesita transporte para llegar a Skynet en lugar de tomar un vehículo de ahí decide atrapar a un "moto-terminator" (sí, así se llaman y sí son tan estúpidos como suenan). La escena no tiene razón de ser, salvo para un product placement de Sony (todo el mundo usa Vaios después del Judgement Day). La película es de Sony Pictures, pero no jodan.

Ya en Skynet, hay una batalla final con un T-800 (Arnold, digitalizado), obviamente los buenos ganan, Connor y Marcus escapan y la base de Skynet explota. Ah, pero Connor es impalado en el corazón... en el CORAZÓN! Todas las dudas sobre que hace humano a un hombre se resuelven cuando Marcus dona su corazón para salvar a Connor. Nadie reflexiona siquiera que esto es matar a un "hombre" para salvar a otro, tampoco hacen algún tipo de examen de compatibilidad y mucho menos se les hace increíble que puedan hacer una operación tan delicada en un campamento de refugiados al aire libre. Todo sale bien (salvo para Marcus), pero la revolución no ha terminado (Castro dixit), la lucha continúa y quizás esta saga.

La película se vuelve totalmente irrelevante cuando nos damos cuenta que los hechos ocurren antes de que se desarrollen los T-800 y T-1000 (Arnold y el malo de T2), por lo que sabemos que no puede morir Connor ni pueden destruir a Skynet. La película es básicamente una anécdota sobre el cyborg Marcus, sobre si es humano solo por creer serlo. Pero gracias a Dios la película nos responde a esa pregunta con un: "No, por supuesto que no, sólo es un repositorio de órganos compatibles para los verdaderos humanos".