There is no knowledge that is not power

Hace poco Monterrey se autonombró la "Ciudad del conocimiento", tuvo su fórum de las culturas y el pueblo ahora tiene su copia del River Walk. Pero fuera de eso no mucho ha cambiado: las cadenas de televisión locales siguen dando aportaciones nulas a la cultura (mención especial a Los Aficionados), el Metro y similares se siguen vendiendo como pan caliente y la revista Fama goza de cabal salud. Estas son cosas que por más etiquetas que se ponga una ciudad no podrá cambiar de golpe, pero al menos podría intentar merecer la etiqueta de "Ciudad que promueve el conocimiento". ¿A qué viene todo esto? Bueno, hace poco acompañé a un amigo a la "Biblioteca Central" (esa que está en la Macroplaza) y me encontré con esto:

¡Bolsas de plástico para la lluvia! Al menos esto es temporal (total, para qué tapar goteras si casi ni llueve en Monterrey), sin embargo su pobre selección de libros, la dificultad para registrarse (te piden aval), su obsoleto sistema de préstamo (todavía usan tarjetas) y su prácticamente inútil personal no parecen serlo.

Carajo, antes de organizar fórums y festivales deberían empezar por las cosas más básicas, pero entre un gobernador más preocupado por los reflectores y un pueblo apático esto no extraña a nadie. Si Fahrenheit 451 se desarrollara en Monterrey el conocimiento permanecería olvidado por siempre.