Así de simple y de sencillo. Sólo dos programas vale la pena ver actualmente: The Contender y The Fairly Oddparents.
The Contender es un reality sobre boxeadores, cuenta con la leyenda del box Sugar Ray Leonard y el actor que se cree boxeador cuando no combate al mal: Silvester Stallone. Stallone funge como el Raúl Orvañanos del programa, diciendo puros comentarios obvios (cuando son entendibles) y no es necesario en el programa. A pesar de su presencia el programa logra cumplir. A diferencia de muchos realities, aquí los participantes sí saben hacer algo y lo demuestran.
Los boxeadores van desde jóvenes principiantes hasta maduros que buscan un comeback, pasando por boxeadores jóvenes destacados. Aquí la gente no llama para decidir quién gana, aquí pelean entre ellos y el que pierde se va. Así de simple, ganas porque tienes habilidad, tienes fuerza, velocidad y suerte. Una combinación de eso, no porque le caíste bien al público. Y como las peleas sólo duran 5 rounds y son de vida o muerte, se dan con todo. Salen a noquear, casi no miden a su contrincante. Además, como entrenan juntos, se conocen demasiado, sus fortalezas y debilidades. A eso añádanle las familias apoyándolos desde las gradas y que las peleas son oficiales (cuentan para el récord de los peleadores).
Al final, el perdedor cuelga sus guantes y se va. Para muchos no sólo es simbólico el colgar los guantes, es real. Era su última oportunidad, se esforzaron y aún así perdieron. Por ejemplo, la semana pasada peleó un tipo llamado Bonsante, él ya está muy viejo, era su última oportunidad. Peleó con todo e iba ganando, faltando 30 segundos del último round su contrincante le mete dos uppers y lo derriba. No supo manejar la pelea y perdió todo. 2 golpes terminaron su carrera... mucho mejor que ver a unos "artistas" intentar bailar o a un montón de desconocidos perder el tiempo en una casa y "ganar" sólo porque le cayeron bien a la gente.
The Fairly Oddparents (Los Padrinos Mágicos) es la mejor caricatura que existe actualmente. Llena de humor sin sentido y constantes referencias a la cultura pop (por ejemplo, la voz de Adam West como un actor que interpreta a Catman o el héroe de historietas "The Crimson Chin" interpretado por Jay Leno, famoso por su gran barbilla).
La historia es simple, un niño (Timmy Turner) es infeliz porque sus papás no le hacen caso y siempre lo dejan con una niñera (Vicky) que es mala con él. Perdón, quise decir MALA. Por ejemplo, en un capítulo lo obliga a ponerle bronceador a la casa (en el resto del capítulo casi todos los que pasan por su casa comentan lo bronceada que está). Sin embargo, el ser tan infeliz lo hace acreedor a sus Padrinos Mágicos: Cosmo (un idiota) y Wanda (la regañona y voz de la razón y coherencia), que le cumplen todos su deseos a menos que vayan contra las reglas (un libro llamado "Da Rules"). Claro que esto le trae otros problemas, como la constante vigilancia del maestro Crocker, obsesionado por todo lo referente a la magia y en particular con los padrinos mágicos (en un capítulo se revela que Crocker tuvo a los mismos padrinos que Timmy en su infancia). El resto de los personajes son muy peculiares también y llenaría como 2 páginas describiéndolos, así que no lo haré. Pero ninguno es desperdiciado.
Y sí, es muy infantil, pero aún así es mejor que TODA la "comedia" hecha en México. Además, su encanto radica en eso y en su alto factor de Random Insanity.
The Contender es un reality sobre boxeadores, cuenta con la leyenda del box Sugar Ray Leonard y el actor que se cree boxeador cuando no combate al mal: Silvester Stallone. Stallone funge como el Raúl Orvañanos del programa, diciendo puros comentarios obvios (cuando son entendibles) y no es necesario en el programa. A pesar de su presencia el programa logra cumplir. A diferencia de muchos realities, aquí los participantes sí saben hacer algo y lo demuestran.
Los boxeadores van desde jóvenes principiantes hasta maduros que buscan un comeback, pasando por boxeadores jóvenes destacados. Aquí la gente no llama para decidir quién gana, aquí pelean entre ellos y el que pierde se va. Así de simple, ganas porque tienes habilidad, tienes fuerza, velocidad y suerte. Una combinación de eso, no porque le caíste bien al público. Y como las peleas sólo duran 5 rounds y son de vida o muerte, se dan con todo. Salen a noquear, casi no miden a su contrincante. Además, como entrenan juntos, se conocen demasiado, sus fortalezas y debilidades. A eso añádanle las familias apoyándolos desde las gradas y que las peleas son oficiales (cuentan para el récord de los peleadores).
Al final, el perdedor cuelga sus guantes y se va. Para muchos no sólo es simbólico el colgar los guantes, es real. Era su última oportunidad, se esforzaron y aún así perdieron. Por ejemplo, la semana pasada peleó un tipo llamado Bonsante, él ya está muy viejo, era su última oportunidad. Peleó con todo e iba ganando, faltando 30 segundos del último round su contrincante le mete dos uppers y lo derriba. No supo manejar la pelea y perdió todo. 2 golpes terminaron su carrera... mucho mejor que ver a unos "artistas" intentar bailar o a un montón de desconocidos perder el tiempo en una casa y "ganar" sólo porque le cayeron bien a la gente.
The Fairly Oddparents (Los Padrinos Mágicos) es la mejor caricatura que existe actualmente. Llena de humor sin sentido y constantes referencias a la cultura pop (por ejemplo, la voz de Adam West como un actor que interpreta a Catman o el héroe de historietas "The Crimson Chin" interpretado por Jay Leno, famoso por su gran barbilla).
La historia es simple, un niño (Timmy Turner) es infeliz porque sus papás no le hacen caso y siempre lo dejan con una niñera (Vicky) que es mala con él. Perdón, quise decir MALA. Por ejemplo, en un capítulo lo obliga a ponerle bronceador a la casa (en el resto del capítulo casi todos los que pasan por su casa comentan lo bronceada que está). Sin embargo, el ser tan infeliz lo hace acreedor a sus Padrinos Mágicos: Cosmo (un idiota) y Wanda (la regañona y voz de la razón y coherencia), que le cumplen todos su deseos a menos que vayan contra las reglas (un libro llamado "Da Rules"). Claro que esto le trae otros problemas, como la constante vigilancia del maestro Crocker, obsesionado por todo lo referente a la magia y en particular con los padrinos mágicos (en un capítulo se revela que Crocker tuvo a los mismos padrinos que Timmy en su infancia). El resto de los personajes son muy peculiares también y llenaría como 2 páginas describiéndolos, así que no lo haré. Pero ninguno es desperdiciado.
Y sí, es muy infantil, pero aún así es mejor que TODA la "comedia" hecha en México. Además, su encanto radica en eso y en su alto factor de Random Insanity.
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