Con espada en mano y shurinkens intentas destruirlos, uno tras otro, sin descanso, en infinita frustración. Extrañamente esto es increíblemente divertido. Me recuerda años atrás, cuando pasaba horas manejando un jeep en Jackal, pasando mundo tras mundo que ya me sabía de memoria, para que el tanque del final me matara. Y había que repetirlo. ¿Save points? meh, era una época de hombres, pasar los juegos de una sentada, pasando horas frente a un televisor con control en mano. Épocas más sencillas, donde tenías mucho tiempo para hacerlo.
Ninja Gaiden Black, revive esos sentimientos, el estar tan cerca de pasar el nivel y de repente, llega un ninja y te mata. Al menos ya no es como en los Ninja Gaiden de NES donde lo que te mataba era un pájaro o el no saltar exactamente en el punto que debías. Pero sigue exigiendo acciones repetitivas, hacer lo mismo una y otra vez hasta que salga a la perfección, esa es la palabra: perfección. No hay lugar para errores. Es difícil, sí, entre los jefes, cientos de ninjas/fiends y la pinche cámara el juego se vuelve un reto. Sin embargo, es bueno que lo sea. Cuando los juegos empezaron a ser un mejor negocio y a buscar una mayor audiencia se fueron haciendo cada vez más sencillos. Los nuevos medios les permitían enfocarse más en el ambiente que en el gameplay en sí. En el NES era lo contrario, con 8 bits había un límite muy cercano a lo que podías lograr. En la nueva época algunos intentaban ser difíciles y lo lograban (Devil May Cry), pero los nuevos fans se quejaban y los desarrolladores doblaban las manos (Devil May Cry 2).
Es curioso que el que retome la tónica sea el mismo ninja que frustraba a muchos en el NES y Arcade. Pero más curioso aún que venga de la mano del Team Ninja, conocidos por la saga Dead or Alive. Un juego de pelea que se enfoca mucho más en los gráficos y ambientes que en el gameplay y la dificultad. Los fans de DOA te dirán que es difícil, pero realmente puedes ganar picando botones a lo wey. Intenta hacer eso en Ninja Gaiden Black y acabarás muerto rápidamente.
Espada en mano sigues matando ninjas y siguen saliendo... ¿qué los motiva? ¿no tienen familia? Bah, qué importa, un Izuna Drop (X Y X X X Y) los hace olvidar todo.
Ninja Gaiden Black, revive esos sentimientos, el estar tan cerca de pasar el nivel y de repente, llega un ninja y te mata. Al menos ya no es como en los Ninja Gaiden de NES donde lo que te mataba era un pájaro o el no saltar exactamente en el punto que debías. Pero sigue exigiendo acciones repetitivas, hacer lo mismo una y otra vez hasta que salga a la perfección, esa es la palabra: perfección. No hay lugar para errores. Es difícil, sí, entre los jefes, cientos de ninjas/fiends y la pinche cámara el juego se vuelve un reto. Sin embargo, es bueno que lo sea. Cuando los juegos empezaron a ser un mejor negocio y a buscar una mayor audiencia se fueron haciendo cada vez más sencillos. Los nuevos medios les permitían enfocarse más en el ambiente que en el gameplay en sí. En el NES era lo contrario, con 8 bits había un límite muy cercano a lo que podías lograr. En la nueva época algunos intentaban ser difíciles y lo lograban (Devil May Cry), pero los nuevos fans se quejaban y los desarrolladores doblaban las manos (Devil May Cry 2).
Es curioso que el que retome la tónica sea el mismo ninja que frustraba a muchos en el NES y Arcade. Pero más curioso aún que venga de la mano del Team Ninja, conocidos por la saga Dead or Alive. Un juego de pelea que se enfoca mucho más en los gráficos y ambientes que en el gameplay y la dificultad. Los fans de DOA te dirán que es difícil, pero realmente puedes ganar picando botones a lo wey. Intenta hacer eso en Ninja Gaiden Black y acabarás muerto rápidamente.
Espada en mano sigues matando ninjas y siguen saliendo... ¿qué los motiva? ¿no tienen familia? Bah, qué importa, un Izuna Drop (X Y X X X Y) los hace olvidar todo.
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