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Hell is other people

| Tuesday, February 20, 2007
Anoche, dado que no aguanté ver Mejor... imposible a la manera azteca, terminé de ver los capítulos que me faltaban de Hell Girl/Jigoku Shoujo (me acabo de enterar que ya hay una segunda temporada). La serie me confirmó el dicho del Chavo: "la venganza nunca es buena, mata el alma y la envenena", además del hecho de que las mujeres son las más vengativas.

Jigoku Shoujo trata de un rumor sobre un sitio de Internet, al cual sólo se puede acceder a la medianoche y si se tiene un gran rencor hacia alguien, donde si se mete el nombre de una persona ésta será mandada al infierno. El rumor es cierto, a la persona que ingrese al sitio y escriba un nombre se le aparece Jigoku Shoujo (Enma Ai) quien les ofrece un muñeco con un hilo rojo amarrado, si desean tomar venganza solo deben tirar del listón y ella mandará a la persona que odian al infierno inmediatamente. A cambio, la persona que hace el contrato también irá al infierno cuando muera. Aún con estas condiciones las personas aceptan el contrato, por lo general diciendo que no les importa ir al infierno si ya están viviendo en él. Muchas veces lo hacen para vengar a alguna persona muy querida por ellos (incluso perros, capítulos 4 y 18) y la mayoría son mujeres (como 20 de los 26 capítulos y hay dos en los que no hay contrato).

Siguiendo esta premisa la serie se vuelve bastante repetitiva. Cada capítulo muestra a una persona acorralada por su situación que ya no sabe qué hacer, traicionada, engañada, es orillada hacia la venganza (un poco a la Paranoia Agent, aunque en lugar del suicidio se busca la venganza). Aún cuando algunas situaciones que llevan a la venganza son muy interesantes, hay muchas que realmente no justificarían mandar a alguien al infierno (como la del perro) y menos cuando ya sabes cuál es el pago. En cada capítulo la persona acepta el contrato, la otra persona no se arrepiente y es mandada al infierno. En la mayoría de los capítulos, antes de mandarlos al infierno, los ponen en alguna situación de "terror" relacionada con el pecado que cometieron. Lo pongo entre comillas porque en lugar de terror muchas veces dan risa.

Como para el capítulo 8 (de 26) apenas empieza a haber algo de historia, aunque se mantienen los casos que empiezan y terminan en el mismo capítulo, ya que aparecen dos personajes nuevos: un reportero con fuertes sentimientos contra la venganza (lo cual explican antes de que acaben la serie) y su hija. La hija tiene una extraña conexión con Jigoku Shoujo y puede ver a ratos lo que ella está viendo, por lo que ayuda a su padre a encontrar a la persona a la cual Jigoku Shoujo está contactando para evitar que cometa un error. Sin embargo, aún con la presencia de estos nuevos personajes la serie sigue siendo muy episódica en un eterno juego del gato y el ratón. Lo que salva a la serie son los capítulos finales, donde se explica el por qué de las acciones del reportero y de Jigoku Shoujo.

La serie al final no es mala, pero te deja con la sensación de que pudo ser mucho mejor. Hay capítulos que sobran, personajes inútiles y estereotipados (los tres ayudantes de Jigoku Shoujo, aunque parece que en la segunda temporada explican algo sobre ellos), escenas de "terror" que no son bien logradas y muchas cosas que no se exploraron. Siendo la venganza algo tan complejo, con tantos matices, hay capítulos que dan pena por la clara distinción que se da entre los buenos y malos. Se siente peor cuando ves capítulos que sí presentan situaciones más complejas. Eso sí, la serie mantiene un ambiente de tristeza, de vacío, muy adecuado con el tema... el Chavo tenía razón.

P.D. Hablando de venganza

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